Sólo con la estanqueidad en la construcción se podrá retener el aire caliente dentro del edificio y mantener el aire frío fuera.
Evitar daños en el edificio
Actualmente, la calidad del aire interior de un edificio es una medida importante para el confort de sus ocupantes. Para conseguir una calidad óptima del aire se requiere un sistema de ventilación regulado para el aire interior, generalmente combinado con la recuperación del calor del aire extraído. La ventilación típica, habitual en los hogares, breve e irregular que se consigue abriendo puertas y ventanas, no suele ser adecuada. Solo es posible lograr una ventilación eficiente y regulada del aire interior si la envolvente del edificio es estanca. En un edificio con fallos de estanqueidad, el aire fluye por las grietas y juntas de forma incontrolada, dependiendo en gran medida de la dirección del viento y de la climatología. Por eso, al renovar un edificio o construir uno nuevo, es vital que la envolvente sea estanca.
La tendencia a aumentar la eficiencia energética ha derivado en la construcción de viviendas optimizadas térmica y económicamente, similares a las definidas en el estándar de casa pasiva. Aumentar la integridad térmica de un edificio puede reducir las pérdidas térmicas por transmisión, es decir, la pérdida de calor a través de la envolvente del edificio, a la décima parte de la de una casa convencional. Un paso esencial hacia el aumento de la eficiencia energética es la optimización del suministro de aire fresco al edificio a través de la ventilación regulada del aire interior, generalmente combinada con la recuperación de calor del aire extraído. Para eso, la envolvente del edificio debe ser estanca, sin intercambio de aire incontrolado y no deseado por grietas y juntas.
La estanqueidad protege el tejido del edificio contra los daños, ayudando a mantener su aspecto y prolongando la vida útil del edificio.
El coste de la energía prácticamente se duplicó entre 1998 y 2016 y, a pesar de las posibles fluctuaciones a corto plazo, a largo plazo se prevé un aumento en los precios de las energías y escasez e irregularidad en los suministros.
Por tanto, una mayor calidad térmica y estanqueidad de los edificios será crucial en el futuro. El flujo de aire incontrolado y no deseado puede tener un efecto dramático en la demanda de calefacción, que puede aumentar hasta 20 kWh/m2a. En comparación, una Casa Multiconfort ISOVER (estándar de casa pasiva) no requiere más de 15 kWh/m2a de generación de calor.
Para saber más sobre cómo conseguir mejorar la estanqueidad y control de humedades en los edificios, conoce el Sistema VARIO.
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