El consumo de energía en el mundo se incrementará en un 56% entre 2010 y 2040.
El mundo está cambiando a gran velocidad. Los avances científicos y tecnológicos han mejorado nuestra vida, pero con un coste: poner en peligro el frágil equilibrio medioambiental. El Día Mundial de Ahorro de Energía, que se celebra el 21 de octubre, al igual que otros similares, surge con el objetivo principal de concienciar a la población. Con esa misma finalidad nosotros hemos decidido crear este post.
El consumo energético está muy relacionado con el cambio climático y los efectos perjudiciales que tiene para nosotros son palpables. Son constantes los informes y artículos que se hacen eco de este problema. Recientemente, por ejemplo, el diario LA VANGUARDIA hablaba de la muerte de 400.000 personas en Europa por culpa de la contaminación. La disponibilidad de los recursos naturales es limitada, del mismo modo que la capacidad de absorción de gases de efecto invernadero de la capa de ozono.
La salud del planeta está fuertemente a ligada a nuestra salud personal pero también como nuestra salud económica. Un mayor gasto energético se traduce en un mayor esfuerzo de los hogares para hacer frente al coste de la factura energética. Esto, unido a la crisis y a las fluctuaciones del precio de la energía (independientemente de su fuente) es una de las causas de la pobreza energética.
Consciente del problema que esto supone y convencidos de que la mejor energía (en términos tanto económicos como medioambientales) es aquella que no se consume en ISOVER ponemos la Eficiencia Energética en el centro de nuestra estrategia empresarial.
Los edificios son responsables de más de un 40% del consumo energético y por eso es importante resaltar el papel que juega el aislamiento en la edificación como medio para reducir el consumo de energía de un inmueble. La calefacción y la refrigeración son responsables de la mayor parte de los gases de efecto invernadero que producen los edificios. Pero miremos este dato por su parte positiva: el sector de la edificación tiene un alto potencial de mejora. Según EURIMA (Asociación Europea de Fabricantes de Lanas Minerales) usando técnicas y sistemas de aislamiento adecuados, tanto en edificios de obra nueva como de rehabilitación, Europa disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero más de lo que exige el Protocolo de Kyoto.
Una vez que tenemos claro que es necesario reducir el consumo energético, es hora de dar un paso más. Una buena forma de empezar es haciendo descender la demanda energética de los edificios, y en este punto, cada uno de nosotros a nivel individual puede aportar su granito de arena y responsabilizarse del consumo energético de su vivienda.
Nuestras soluciones son energéticamente eficientes y así lo demuestras diferentes certificaciones como LEED, BREEAM o VERDE. Para medir el impacto medioambiental de nuestros productos, nosotros utilizamos el ‘Análisis del Ciclo de Vida’ en cada etapa del producto, desde la extracción de las materias primas hasta el final del uso del producto y la demolición del edificio, con indicadores ligados a los residuos, las emisiones y el consumo de recursos.
Enlaces de interés