Productos reconocidos con las Declaraciones Ambientales (DAP)

En esta entrada del blog, nos gustaría compartir el artículo de Aitor Aragón (Dirección de certificación de producto AENOR), publicado en el nº 312 de la Revista AENOR, en el que destaca la acción colaborativa de AENOR hacia las organizaciones en materia de comunicación ambiental a través del Programa GlobalEPD, proporcionando confianza y reconocimiento a la información contenida en las DAP.

 

Comunicación ambiental fiable (Aitor Aragón)

La evaluación de los productos y servicios desde una óptica de ciclo de vida es una exigencia creciente de clientes públicos y privados. Las señales desde los legisladores, como la Comisión Europea, y los clientes privados indican que la comunicación del desempeño ambiental basado en un análisis de ciclo de vida es una herramienta necesaria para las organizaciones que busquen competir en mercados cada vez más exigentes. Por todo ello, una adecuada  comunicación de las mejoras ambientales es vital en un contexto global en el que las empresas deben diferenciar sus productos; para ello la certificación por tercera parte es una garantía de transparencia y confianza. AENOR cuenta con diversos esquemas ambientales, como el Programa Global EPD de verificación de Declaraciones Ambientales de Producto (DAP), que les ayudan a sumar  fiabilidad en este sentido.

Las Declaraciones Ambientales de  Producto (Environmental  Product  Declarations, EPD) proporcionan el perfil ambiental de un producto o servicio a través de datos ambientales cuantificados, conforme a las normas europeas e internacionales de aplicación.

Estas declaraciones (DAP) ofrecen, de forma transparente y verificable, información relativa al comportamiento ambiental de los productos a lo largo de su ciclo de vida. Las DAP forman  parte de un conjunto de eco-etiquetas y declaraciones ambientales recogidas en la serie de  normas internacionales ISO 14020 que suponen una referencia para compra pública y privada en el ámbito global. Además, buscan asegurar una información veraz que evite el  Green washing (sesgos en la información ambiental) aportando confianza a los consumidores. Al contar con un formato normalizado, la información contenida en las DAP también puede  emplearse en entornos digitales como Building Information Model (BIM) o bases de datos ambientales. Las DAP se elaboran conforme a la Norma UNE-EN ISO 14025, un análisis de ciclo de vida (ACV) y unas Reglas de Categoría de Producto (RCP) que aseguran criterios coherentes para una familia de productos con funciones equivalentes. Estas RCP pueden ser normas europeas o nacionales, o bien estar emitidas por un Administrador de Programa reconocido.

Las DAP proporcionan la información ambiental cuantificada empleando una serie de  categorías de impacto normalizadas. Las normas ISO para huellas ambientales centradas en aspectos más concretos, como huella de carbono o hídrica, emplean también una metodología   de ACV seleccionando las categorías de impacto más relevantes para dicho aspecto. Esto  permite generar sinergias entre estos enfoques de huellas parciales y la huella ambiental completa que supone la DAP.

De forma creciente, las DAP aparecen citadas en reglamentación y en pliegos públicos y privados de compra. En la industria de la construcción, una de las más avanzadas en Declaraciones Ambientales, aparecen explícitamente citadas en la consideración 56 del Reglamento Europeo 305/2011 de Productos de Construcción: Para la evaluación del uso sostenible de los recursos y el impacto medioambiental de las obras de construcción deben utilizarse, cuando estén disponibles, las  declaraciones medioambientales de productos.

Este Reglamento establece las condiciones para el marcado de productos de construcción en función de unos requisitos básicos (RB) que deben cumplir las obras, entre los que se encuentran RB 3 higiene, salud y medio ambiente; RB 6 ahorro de energía y aislamiento térmico y RB 7 utilización sostenible de recursos naturales. Con el fin de asegurar unos criterios comunes en el ámbito europeo, el Comité Europeo de Normalización (CEN) publicó en 2012 la Norma  UNE-EN 15804 que establece unas RCP básicas  para productos y servicios de construcción, con una estructura común empleada también en las normas para evaluación de obra completa. Esto permite generar una metodología coherente  para evaluar el producto final de la construcción (un edificio o una obra de ingeniería civil,  como una carretera o una presa) a partir de la información de los materiales entendidos como  productos intermedios.

Diversos estados europeos, como Francia, Bélgica o Países Bajos, están desarrollando legislaciones que citan las DAP conformes con la Norma UNE-EN 15804, bien  directamente para productos de construcción o bien a través de la evaluación de edificios; es previsible que estos requisitos se amplíen a otros sectores y países. La Comisión Europea avanza en esta dirección; esto es, considerar los aspectos ambientales con base en un ACV para establecer los criterios de compra en la iniciativa de Mercado Único para los Productos Verdes y que cuenta con varios proyectos piloto de huella ambiental de producto (PEF, product environmental footprint). La metodología PEF emplea un enfoque similar a las DAP basado en la misma Norma ISO 14025, las normas internacionales de ACV y el International  Reference Life Cycle Data System (ILCD) publicado por el Joint  Research Centre (JRC). Los proyectos piloto de PEF se están elaborando en sectores como la generación de energía fotovoltaica, cuero, aislamiento térmico, vino, cerveza, café, aceite de oliva o agua  embotellada.

Actualmente, se están realizando esfuerzos para alinear los pilotos de PEF, especialmente en construcción, y las DAP con el objetivo de favorecer su aplicación en la industria. Para ello, es necesario por un lado aprovechar el impulso que la Comisión Europea quiere dar a estas herramientas y, por otro, la experiencia de más de 10 años en Declaraciones Ambientales con miles de productos verificados en Europa. En el ámbito privado, las DAP se reconocen en esquemas de certificación de edificios de amplia difusión como el americano LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) o el británico BREEAM (BRE Environmental Assessment Method). Se valora el hecho de aportar DAP del producto concreto y son necesarias para realizar las comparaciones basadas en ACV, que también se considera en estos esquemas. Así  pues, una DAP verificada facilita a las organizaciones sus exportaciones y permite prepararse para los cambios venideros en criterios reglamentarios, de compra pública o privada.

Si quieres seguir leyendo este artículo http://www.aenor.es/revista/312/dap312.html

Más información sobre nuestras declaraciones ambientales de producto:

http://www.isover.es/Noticias/ISOVER-primer-fabricante-de-aislamientos-con-Declaraciones-Ambientales-de-producto-tipo-III-en-Environdec-con-reciprocidad-AENOR-Global-EPD

 

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