Conservar el aire del interior limpio es importante para el bienestar de las personas que pasan su tiempo en el interior de los edificios.
Hoy en día pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en espacios cerrados y sin ventilación natural. Además, cada vez esperamos que los espacios nos hagan sentir un mayor nivel de confort.
Algunos elementos como los muebles, los materiales de construcción y otros productos que podemos encontrar en cualquier edificio pueden emitir agentes contaminantes. Otras actividades como fumar o cocinar también emiten agentes contaminantes al ambiente interior. Unidos a bacterias, ácaros del polvo, gases, vapores u otras partículas pueden tener diversos efectos en la salud, dependiendo de factores tales como la concentración del agente contaminante o el tamaño de la habitación o local. El control de los orígenes de los contaminantes y la ventilación natural o mecánica garantizará una buena calidad del aire interior.
En los Estados Unidos, el coste anual de las enfermedades relacionadas con habitar en los edificios se estima en 58 mil millones de dólares. Los ambientes interiores sanos y confortables pueden ofrecer un potencial importante para reducir costes “externos” a la sociedad por la reducción de enfermedades. Los sistemas de climatización son fundamentales para conseguir un aire con características optimas de temperatura, humedad, velocidad de circulación y nivel de ventilación. Este tipo de instalaciones deben ser, además, silenciosas y seguras.
Para que esto sea así, es esencial partir de un buen proyecto en el que todos los elementos que componen el sistema sean los adecuados. No se puede olvidar el plan de mantenimiento y limpieza, tanto a nivel preventivo como correctivo. A día de hoy, los sistemas de climatización cuentan con una tecnología muy avanzada y se consideran elementos indispensables para la edificación, tanto residencial como industrial.
Por otra parte, el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) recoge todos los requisitos exigibles a la Climatización de recintos. Se trata del marco normativo que regula los requisitos de eficiencia energética que deben cumplir las instalaciones térmicas de los edificios. Las instalaciones de climatización tienen como misión procurar el bienestar de los ocupantes de los edificios, tanto térmica como acústicamente, cumpliendo además los requisitos para su seguridad y con el objetivo de un uso racional de la energía.
¿Y tú? ¿Respiras un aire limpio?